La albahaca es una hierba originaria de la India, aunque es una de las especias más apreciadas por la dieta mediterránea por su aroma y su agradable sabor dulzón. Esta hierba tiene un sinfín de cualidades beneficiosas para nuestro organismo, ya que funciona como tónico estomacal y es estimulante, digestiva, antiséptica, anticoagulante, diurética, cicatrizante, analgésica y sedante. La albahaca es una de las bases de la cocina italiana, ya que es utilizada para la elaboración de pizzas, ensaladas, pastas y salsas, aunque también puede utilizarse para aromatizar pescados, carnes, patés y una gran variedad de platos. Funciona a la perfección tanto sola como en combinación de otras especias como el ajo o el tomillo.
El aroma y el sabor de esta hierba son tan interesantes para la cocina mediterránea que basta con unas hojas para dar un toque maestro a cualquier preparación. Como ejemplo, una simple ensalada de tomate y mozzarella se convierte en una auténtica exquisitez con sólo añadir un poco de albahaca. En Italia, además, es un condimento indispensable para elaborar salsas tradicionales como la salsa de tomate o el pesto, muy utilizadas para acompañar a la pasta. La albahaca seca también puede incorporarse al pan rallado para dar un toque diferente y aromático a los empanados.
El empleo de esta hierba es ideal para facilitar la digestión y combatir los trastornos estomacales. La albahaca seca, además, puede utilizarse en infusiones para calmar la tos y otros síntomas del resfriado y de la gripe, sobre todo los que afectan a las vías respiratorias. Los vapores de la albahaca también sirven para calmar los dolores de cabeza. Pero aquí no acaban las cualidades de esta hierba, ya que también posee propiedades antibióticas (es útil para tratar diferentes infecciones), ayuda a regular los niveles de glucosa en la sangre y cuenta con un importante poder calmante.
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