La pimienta negra molida es una de las especias básicas de la cocina española junto con el pimentón dulce. Este condimento aporta a las comidas un sabor picante que combina a la perfección con cualquier plato, aunque destaca sobre todo como sazonador para la carne. Además, su uso nos permite reducir el aporte de sal, algo muy beneficioso para las personas que sufren de tensión alta. La pimienta es rica en un alcaloide con grandes propiedades para la salud como es la piperina. Este componente reduce la grasa en sangre y bloquea la formación de células de grasa, lo que nos ayuda tanto a adelgazar como a prevenir la aparición de enfermedades cardiovasculares.
Su consumo también está asociado a mejores digestiones, ya que favorece las secreciones gástricas. También ayuda a prevenir la aparición de gases y de las molestas flatulencias. La pimienta negra también sobresale por sus efectos antioxidantes que combaten los radicales libres causantes del estrés oxidativo. Gracias a ello es un remedio natural muy potente para mejorar el estado de la piel y los tejidos y para luchar contra dolencias hepáticas, enfermedades cardiovasculares y diferentes tipos de cáncer. Al mismo tiempo, alivia los síntomas de la gripe y del resfriado en las vías respiratorias, como la tos o el exceso de mucosidad.
La pimienta negra molida también es rica en agentes antibacterianos que ayudan al organismo a prevenir la aparición de enfermedades bacterianas y contribuyen a su eliminación. Esta especia también es ampliamente reconocida por sus cualidades a la hora de eliminar líquidos y toxinas del organismo, tanto a través de la orina como del sudor. Esto nos ayuda a controlar los niveles de líquidos en el cuerpo y a activar la función renal. Utilizar pimienta negra de manera externa junto a un aceite neutro puede contribuir a reducir el dolor provocado por dolencias como la artritis reumatoide.
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